Bienvenidos aquellos que escuchan con la boca, ven por los oídos y hablan con los ojos. Angustiosos, pero finos; los mensajes que se celebran en este lugar. Coleccionamos la barbarie, la asimetría, lo repugnante, la poesía. Bienvenidos aquellos que nunca son bienvenidos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Tremendo 23

Juan Pdiablo Rudolffi Ugarte.
Me supiste encender entumido  En lo profundo de un desierto  Descascarado, Como agua de nadie
Bebí de ti sediento, descontrolado, sin tu permiso. Me llegaste al paladar aguda fruta de fantasías,
a mi cuerpo contaminado fuiste siembra, y no tuve jamás tu saliva.
Contaminé el tiempo en arrebatos manchados como la unión del río y el mar.
Aprendí de impávidos relámpagos fugases como la historia que oculté.

Tendida en Puerto, por Pablu.
Tú fuiste la brevedad de oxidados segundos olvidados en la pampa Tú fuiste ese segundo!, ¡el que provoca la fecundación!, Como el brote de las flores azules que colapsan tu mirada. En ti todo fue misterio y remolinos invernandos. La atmósfera nunca estuvo donde la deje, eran gatos ciegos buscando caídas, estrellas fugases a punto de fallecer o pequeños rastros de destellos inevitablemente suicidas.

Todo en ti fue un infinito síntoma y en mi capricho la desolaciónDe mis dedos que no calman tus uñas,
De mis brazos que no abrigan tu corazón.Mori de rareza tardes completas. Entré en un nido donde oculte el final, fui un astro hinchado, inflamado, en las corrientes más íntimas de la desconformidad.

Fui felíz capeando la ausencia sin destino, en un vaso infinito cerca de ti, editado de las sombras que nos hablan, desintegrados y vueltos a armar como las corrientes extensas que aplacan y empapan tus dedos en agua de mar que yo antes y después toqué!.

Todo lo tuyo me sabe a abundancia y galaxias estremecidas a profundidad. Todo hacia ti no tiene retorno…¡Corteja mis miles de jarros dormidos y luego calla! Te escribe un perdido que explotó en tus aguas. 
¡Todo en ti fue milagro! ¡Todo en ti fue rezagado! ¡Todo en ti es ahogado!

Estaré sentado esperando un planeta que, como tu cariño, me traiga el perdón. Fui un canto encantado en las gargantas de un dios. Tú fuiste la escultura perfecta que mi pesar embriago…

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